Viste ya mi entrenamiento?

Hola

¿Viste ya mi entrenamiento? Comparte conmigo qué obstáculo te ha ayudado a superar, qué nueva toma de conciencia has tenido..tu feedback es importante para mí para entender mejor lo que quieres para seguir avanzando.

Hoy te traigo un entrenamiento diferente: mi historia de errores y aciertos. ¿Por qué he decidido contártela? Pues porque creo firmemente que con ella te vas a dar cuenta de que a pesar de haber estado varias veces en el agujero, he conseguido salir de él y si yo lo he conseguido tú también puedes hacerlo y además más rápido y ahorrándote muchos disgustos. Lo sé porque veo lo que están consiguiendo ya mis clientes.

Así que empecemos.

Desde pequeño seguí el plan de vida que quienes me educaron trazaron por mí: "estudia una buena carrera que te dé un buen trabajo" me decía siempre mi padre, ¿te suena?.

Así fue como acabé estudiando Ingeniería, Y el buen trabajo lo conseguí a los pocos meses en una multinacional del sector. Todo iba sobre ruedas porque mi planteamiento de vida se basaba en que el trabajo era un "mal necesario" para ganar un buen dinero que me permitiera tener una vida cómoda, viajar por el mundo y pasármelo bien.

Sin embargo, llegó un momento en el que mi trabajo no tenía sentido para mí y mi cuerpo iba a trabajar pero mi alma no. Me sentía atrapado en una jaula de oro de la que quería escapar y no sabía cómo, ni mucho menos en qué dirección reencaminar mi vida.

Quería un cambio de rumbo, reinventarme, pero tenía miedo y me sentía muy perdido sin saber por dónde tirar. No sabía lo que me gustaba hacer ni lo que se me daba bien. Fue entonces cuando inicié un extenso e intenso período de exploración y formación mientras seguía con mi trabajo que me llevó a descubrir el mundo del desarrollo personal y mi verdadera vocación: guiar a las personas a encontrar su camino en la vida para ser más felices.

Y así fue como nació el embrión de mi proyecto actual. 

después de años trabajando, conseguí irme de la empresa donde trabajaba con una buena indemnización en el bolsillo dispuesto a iniciar una nueva vida. Me había dado permiso para ser yo mismo y construir el tipo de vida que realmente quería vivir.

Sin embargo, cuando dejé mi trabajo eufórica porque por fin iba a dedicarme a mi recién descubierta vocación, muy pronto puse los pies en el suelo y me di cuenta de que una cosa era guiar y dar luz a otras personas y otra muy distinta vivir de ello.

Si quería hacerlo tenía que APRENDER A VENDER Y VENDERME, cosa que no había hecho jamás. Ädemás era incapaz de cobrar por mis servicios. ¿Cómo iba a cobrar a los demás por mejorar sus vidas?. Sentía que me estaba aprovechando de ellos. El miedo, la vergüenza y la pereza se apoderaron de mí y no paraba de buscar atajos para evitar hacerlo formándome en nuevas técnicas con las que completar mi formación como coach porque todo el mundo me decía que así sería como llegarían a mí los clientes.

Con esa manera de pensar y actuar, mis resultados eran prácticamente nulos como te podrás imaginar, y entré en una etapa de mi vida bastante oscura en la que llegué incluso a aparcar mi proyecto para probar otro tipo de negocios en los que supuestamente "no había que vender para ganar dinero", sólo había que recomendar productos que la gente te iba a quitar de las manos. Algunos de ellos acabaron siendo estafas disfrazadas de negocios serios y lo único que conseguí durante ese tiempo fue tirar el dinero comiéndome una buena parte de mis ahorros.

Me sentía angustiado y paralizado al mismo tiempo.

Fueron casi 7 años de caída en picado pero nunca me di por vencido y vi el primer rayo de luz. Retomé mi proyecto y empecé a formarme con diferentes profesionales con los que descubrí el mundo de los blogs, el email marketing y los negocios online y que me ayudaron a entender la venta desde un lugar diferente.

Poco a poco iba mejorando y teniendo resultados, sin embargo, los clientes no llegaban como yo quería ni los que yo quería. Eran clientes que sólo buscaban lo gratis y que me dejaban colgada a mitad de los procesos sin dejar rastro.

Estaba haciendo algo mal, pero ¿EL QUÉ?

Cansado y agobiado decidí que ya estaba bien de hacer cursos con los que no terminaba de despegar y contraté los servicios de una mentora durante varios meses.Tomar la decisión no fue fácil, me daba un miedo atroz equivocarme porque me lo jugaba todo a una carta y era una inversión importante con mis ahorros al límite, pero algo dentro de mí me decía que estaba tomando la decisión correcta.

Y así fue, porque esa decisión in extremis me cambió la vida. Ahí fue cuando realmente aprendí lo que era vender y empecé a romper muchos de mis bloqueos mentales.

El resultado fue que en pocos meses facturé más de lo que había facturado en todo el 2015 y desde entonces mis ingresos no han parado de crecer.

No te voy a engañar, siempre aparecen nuevos obstáculos que hay que superar, pero si sigues haciendo con constancia las acciones que tienes que hacer e inviertes en los apoyos adecuados, la siembra se va acumulando y los resultados llegan. No todos los meses son iguales pero los más flojos se compensan con meses de auténtica euforia.

Si hubiera tomado esta decisión mucho tiempo atrás en vez de desviarme del camino buscando atajos y fórmulas milagrosas, no habría sufrido ni tardado tanto en llegar al punto en el que estoy ahora:

• Con un negocio sin fronteras

• Con clientes tanto en Colombia como en Latinoamérica

• Con un estilo de vida que me permite trabajar desde cualquier parte y que me encanta.

Te juro que jamás imaginé que algo así fuera posible cuando empecé

Desde entonces no he parado de trabajar de manera incansable perfeccionando todo lo aprendido e invirtiendo para estar al tanto siempre de las últimas tendencias del mercado y seguir creciendo porque sé que esa es la mejor garantía de resultados que puedo dar a mis clientes. De hecho, ellos ya están consiguiendo resultados que a mí me costaron años conseguir.
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