¿Sabes esos días que parece que valen por tres?
Pues así fue mi día de ayer.
Hubo de todo.
Hace no mucho tiempo,
ese "todo" que hubo me habría descolocado.
Demasiada intensidad en demasiadas áreas durante demasiado tiempo para un día solo.
Habría estado hoy con una resaca emocional que ni te imaginas.
Distrayéndome con cualquier cosa: series de televisión, juegos o lo que fuera que me ayudara a "desconectar" un poquito.
Y sin embargo hoy me siento, sencillamente, feliz.
Lo que ha pasado es que llevo ya un tiempo reconciliándome con la intensidad.
Somos seres sintientes.
Y cuanto más nos damos cuenta de esto, más sentimos.
Y cuanto más nos permitimos sentir, más intenso se hace lo que sentimos.
Y cuanta más intensidad, más vida.
Para mí, al menos, es así…
Y quiero estar vivo.
Quiero estar vivo a tope.
No a medias tintas.
No de cualquier manera.
No "suavecito y que no hagan olas".
No.
Quiero vivir.
Y sentir.
Y a tope.
Ese es mi compromiso con la vida: vivirla.
Ha sido un "trabajito" llegar hasta aquí.
Salir del estado anestesiado en el que me sumergía muchos días ha sido todo un proceso.
Pero se puede.
Si yo lo he hecho, se puede.
Y si yo encontré los recursos para hacerlo, tú también los puedes encontrar.
Yo hoy te puedo ofrecer dos recursos muy concretos.
Uno de limpieza y renovación.
Otro de activación y fortalecimiento.
Si actúas, inevitablemente verás cambios.
Nos vemos en la vida.
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