La verdad es que yo nunca pensé tener miedo

La verdad es que yo nunca pensé tener miedo, lo que se dice MIEDO, a empezar un negocio…

Quizás tú pienses lo mismo: “Yo no tengo miedo, simplemente ...[completar con la razón de elección]”.

Yo pensaba lo mismo. Siempre encontraba una “razón” para no hacerlo y así postergaba año tras año dar los pasos:

1. “Es que no tengo una idea definida” >> Con eso en mente postergaba actuar, y me la pasaba de lectura en lectura, en lugar de enfocarme en descubrir cómo encontrar una idea que realmente funcione.

La verdad es que no era una razón. El perfeccionismo me tenía atrapado, y el miedo me paralizaba: ¿cómo sé que estoy eligiendo la opción perfecta? ¿y si a otras personas les parece mala mi idea?

2. “Es que no tengo capital aún” >> Con eso me ponía a mí mismo un motivo perfecto para continuar saltando entre ideas y repitiendo los mismos patrones una y otra vez. Si un negocio no puede abrirse sin capital, no hay nada que hacer hasta reunir ese capital, ¿no?

Tampoco era una razón real. Si miraba a mi alrededor por 20 segundos iba a ver que hay cientos y cientos de emprendedores que empezaron con menos recursos que yo. Si hubiera puesto antes el foco en descifrar qué hacían diferente hubiera llegado mucho antes a mi objetivo…

3. “Es que aún no sé lo suficiente” >> Una y otra vez repetía el miedo que aprendí en mi casa, y las aulas de la Escuela y la Universidad. ¿Cómo alguien va a tomarme en serio si no tengo un MBA en Administración de negocios? ¿O si no tengo muchos años de experiencia en lo que quiero hacer?

La verdad es que incluso si hubiese tenido un MBA hubiera encontrado algo más que me faltaba. Y lo de “muchos años” podía significar cualquier cosa.

Me pasaba lo mismo que con el capital. Si tenía 1 año, pensaba que 5 eran suficientes. Si tenía 5, empeza a pensar que hacían falta 10. Incluso conozco a personas que tienen 20 años, y dicen “aún no es suficiente”...

Estos 3 son solo algunos de los miedos que me paralizaban. Por eso todos los años mi lista de motivos por los que aún no podía actuar era enorme.

Y sin embargo ninguno de esos miedos tienen sentido…

1. Si no tenemos una idea, no hay que esperar a un momento “eureka”. Hay que conseguir un sistema con el que podamos encontrarla y validarla.

2. Si no tengo capital, puedo pensar variantes de mi negocio para empezar con mi capital actual.

3. Nunca vamos a saber todo ANTES de empezar un negocio. Los que ahora vemos como “expertos #1” no pasaron de 0 a ser el #1.

Empezaron, trabajaron durante años… y así se convirtieron en lo que son actualmente, ¡y lo mismo es cierto para cualquier gran negocio que veamos ahora!

No necesitas saber manejar una multinacional para poder manejar tu propio negocio, y no necesitas ser el experto #1 para poder ofrecer servicios que sean increíblemente valiosos.

¿Sabes cuál es la peor parte?

Que el resultado de esto es que hay personas muy inteligentes y con mucho valor para aportar que se quedan atrapadas en sus empleos, mientras que otras personas que toman acción están generando dinero ahí afuera, incluso si sus negocios no son perfectos.

((Para verlo alcanza con que pienses en la cantidad de empresas a las que has comprado que no son perfectas, innovadoras ni sus dueños una eminencia, ¡y sin embargo están funcionando muy bien igual!))

Y aquí viene la pregunta realmente importante: ¿qué va a ser diferente el próximo año? ¿Hace cuántos unos años que siempre dices “después”, pero las circunstancias no llegan?

Nunca es el momento perfecto, pero eso no tiene nada de malo, ¡porque no es necesario un momento perfecto para empezar un negocio!

Lo único que es necesario es tener un sistema claro, y poner manos a la obra. Como dice una de mis frases favoritas:

“El mejor momento para empezar era hace 5 años. El segundo mejor momento es ahora”.

Y hoy puedes poner manos a la obra con algo que yo no tenía cuando decidí tomar acción: una Garantía del 100% de que va a funcionarte a ti, en tu situación, pase lo que pase.

Así que, para que puedas aprovechar este momento y que tus miedos no te frenen nunca más, hay dos grandes acciones que puedes tomar:

#1. Hacerlo solo

#2. Invitarme a que te ayude

Tu escojes.

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