Hacer buenas inversiones es fundamental si queremos crecer a nivel personal y profesional.
Cuando invertimos decidimos resignar un gasto inmediato para estar mejor a futuro.
Todos los años en mi planificación anual - dedico unos momentos a pensar cómo voy a invertir ese año. Hace varios años el monto era mínimo. Con los años, ha ido aumentando.
Cuando el año termina, analizo cómo me fue con esas inversiones. Aquí hay algunos ejemplos de resultados y aprendizajes:
Cuando trabajaba alquilado, hubo 6 meses en que invertí en el banco, a través de Plazos Fijos. Por cada $ 100 que puse, a fin de año tenía $ 110.
Retorno: 10% (hubiera sido 20% si dejaba el año completo).
Mi jefe - en ese momento - me dijo que estaba loco. Que invirtiera mis ahorros en dólares. Eso es algo que se escucha mucho, así que lo hice durante dos años completos.
Eso fue un poco mejor. Por cada $100 que puse, tuve $ 180 después. 40% de retorno anual.
Después alguien me hizo notar que en realidad no había ganado nada: seguía teniendo la misma cantidad de dinero, sólo que el peso colombiano valía menos.
Otro aprendizaje.
Con esto, me sentí perdido y frustrado por dos motivos:
1. No podía darme el lujo de poner mi mini-capital en inversiones de riesgo (acciones, por ejemplo), porque no podía perderlo.
2. Había hecho cuentas, y si cruzaba mi ahorro mensual, lo que podía ganar en las inversiones tradicionales y el monto que hacía falta para que pueda dejar mi trabajo necesitaba… 20 años.
Y eso que en ese momento pensaba simplemente en generar 800 U$/mes.
Casi me caigo duro cuando vi lo que tenía por delante: 20 años en la misma oficina. Con la misma rutina.
En ese momento de desesperación, tuve una de las conversaciones más valiosas de mi vida con eliut, un gran amigo.
Teo fue uno de los primeros emprendedores reales que conocí. Nos conocimos viajando a pereira, y charlando le conté de mi dilema.
“Dejá de invertir en pavadas, Julio. ¿Querés invertir? Comprate un escritorio o hacé un curso”.
Esa frase luego llevó a un café, y durante dos horas tomé notas que me siguen acompañando.
Resultó que había una forma de invertir que traía muchas más ganancias y con menos riesgos: invertir en mí mismo.
Lo primero que hice fue sacar esos ahorros en dólares y comprar tres cosas:
a) una lámpara nueva para mi escritorio;
b) cambiar mi computadora;
c) invertir en un curso (en ese momento el curso valía el equivalente a 3 sueldos completos).
Si hasta ese momento había logrado ganar un 10%, 20% o 40%, ¡en el año siguiente había logrado un 100%!
Mejor aún: las habilidades que conseguí en ese momento son parte de que Superhábitos haya crecido como mínimo x3 cada año desde que empezamos.
Todos esos aprendizajes me acompañan a diario, y siempre estoy muy atento a cuáles son las inversiones personales que mejores resultados me traen. Este es mi ranking de las mejores inversiones más valiosas del último tiempo:
a. Un programa de entrenamiento que tome que costó más de U$ 3.000 (en menos de 6 meses ya habíamos recuperado y multiplicado lo invertido);
b. Cambiar mi notebook por una mas actualizada (hice la cuenta, y sólo con lo que gané en tiempo con los minutos ahorrados en esperar a que se prenda cada mañana se paga sola);
c. Un viaje para estar una semana de compartir con una Comunidad de emprendedoras (en esa semana recibimos consejos que nos permitieron multiplicar por x3 el resultado de nuestras inversiones en publicidad, o sea que los U$ 1.500 del viaje ahora me “ahorran” U$ 3.000 cada mes);
d. Una aplicación de meditación a la que me suscribí a comienzos de año. Aunque es difícil medir el valor de empezar cada día enfocado, me ha servido para tomar decenas de decisiones, ¡y cada una justificaría sóla el año completo de la suscripción!
Este es el tipo de inversiones que me permite crecer, y el tipo de inversiones que le aconsejo a todos mis amigos y familiares.
A comienzos de este año podría haber elegido poner ese dinero en un Fondo de Inversiones, ahorrarlo en dólares o cualquier cosa por el estilo.
¿Pero cuántas de esas inversiones me hubieran traído retornos del 100, 200 o 500% como las que están aquí arriba?
Si tú también estás cansado de trabajar en relación de dependencia, y quieres manejar tus tiempos, probablemente ya llegaste a la misma conclusión que yo: ahorrar sólo no va a traerte ese resultado.
Tampoco estar invirtiendo en negocios de otras personas.
El camino a independizarte está determinado 100% por tu habilidad de generar ingresos.
Esa habilidad está determinada por dos factores fundamentales. El primero y más importante es el conocimiento. El segundo son las herramientas.
El conocimiento va primero porque no podemos saber qué herramientas necesitamos si no tenemos una mente clara sobre qué estamos haciendo, qué pasos siguen y qué implica cada paso.
Piensa en el valor que tiene una hora para ti, y con eso en mente.
0 comments:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.